En estos momentos frente a los ojos del mundo entero y a la mirada cómplice de no pocos países industrializados del mundo occidental se está cometiendo un nuevo genocidio que tiene como escenario un territorio reducido por decenios de ocupación y apropiación ilegal, que en realidad es un gran campo de concentración y de exterminio, conocido como la Franja de Gaza, Palestina. Este territorio donde han sido arrinconados 2,2, millones de palestinos está cercado y asediado por tropas equipadas con modernísimo material bélico, y cuenta en su retaguardia con dos flotas navales de EEUU, equipadas con armas nucleares. Estas colosales fuerzas armadas, en nombre del derecho a la defensa, están ejecutando una venganza despiadada e indiscriminada en contra de todos los habitantes de la Franja de Gaza.
Hasta este minuto, ya van más 8. 000 personas muertas, entre ellos casi 3000 niñas y niños entre la población civil palestina, más de 100 miembros del personal médico sanitario, 34 periodistas, 57 funcionarios de la ONU, 12 hospitales fuera de servicio y 1.5 millón de desplazados. Estas cifras en rápido ascenso exceden con creces las muertes causadas por los atentados cometidos por el grupo extremista Hamas. Rechazamos esta política de venganza, puesto que un crimen terrorista no puede ser resuelto con terrorismo de Estado como lo hace el gobierno de Israel en estos momentos. La desproporción del exterminio infligido a la población civil palestina excede incluso la lógica de la Ley del Talión y nos retrotrae a época oscurantistas de la historia.
Teniendo en la memoria el levantamiento en 1943 de los combatientes judíos en el Gueto de Varsovia, que fue ahogado en sangre por los soldados nazis alemanes, y el ataque genocida actual del ejército israelí a la franja de Gaza, se impone la interrogante ¿en qué momento las actuales élites sionistas que encabezan el gobierno de Israel decidieron imitar a las Waffen SS de 1943 en Varsovia o las que masacraron a los habitantes de Oradour-sur-Glane en Francia?
Rechazamos estos comportamientos inhumanos.
Nos adherimos a la Declaración de chilenas/os de origen palestino y judío contra el genocidio y por una paz justa. Hacemos nuestras todas las resoluciones de la ONU sobre Palestina, especialmente la que insta a la creación de un Estado Palestino independiente, colindante con Israel, con garantías de seguridad dentro de las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como su capital. A pesar de que nunca las resoluciones de la ONU han sido respectadas por Israel, Nos sumamos a la reciente Declaración de la Asamblea General de la ONU que tiene la virtud de reflejar la consternación y repudio de la gran mayoría de la comunidad mundial ante la masacre de niños, niñas, mujeres y ancianos inocentes. La condena y reprobación del accionar del estado terrorista de Israel, que compartimos, viene de todos los horizontes, pero mucho más significativo es que sean algunas comunidades judías en el mundo las que expresen públicamente el rechazo a este crimen de exterminio del pueblo palestino.
No podemos soslayar el hecho de que esta nueva guerra de extermino tiene ribetes económico-financieros y de que el ejército israelí está funcionando como un outlet para los fabricantes de armamentos. Estas ya anuncian sin tapujos que la guerra contra Palestina constituye una “oportunidad”, que calza muy bien con las ofertas de sus productos y que promete buenos dividendos para sus accionistas.
Condenamos enérgicamente las acciones de terrorismo de Estado contra palestinos en Gaza, en Cisjordania y en los campamentos de refugiados.
Condenamos el bombardeo ciego e indiscriminado de la Franja de Gaza y en los territorios aledaños.
Condenamos el impedimento de constituir corredores humanitarios, el corte de agua, electricidad, combustible y comunicaciones a los habitantes de Gaza y a las organizaciones humanitarias.
No nos guía el odio ni la venganza, sólo la justicia aplicada en base al derecho internacional, en la convención de Ginebra y en la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas y para ello exigimos un alto el fuego inmediato. Esta es la senda segura que abrirá el camino de la paz. El derecho de los palestinos a tener un Estado libre e independiente debe ser el punto de partida para las negociaciones que permitan poner fin a la guerra y a la ocupación.
En Gaza está en juego el destino de la Humanidad propiamente tal.
COMITÉ COORDINADOR DE LA RED EUROPEA DE CHILENOS POR LOS DERECHOS CIVICOS Y POLITICOS
Paris, 29 de octubre de 2023
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